Los archivos históricos muestran en fotografías a los niños héroes de la revolución la cual tuvo lugar en el año de 1910, una de las postales más conocidas es la de un niño soldado que lleva en sus manos un rifle y una banda porta balas, en su cabeza un sombrero y sobre sus hombros una cobija para abrigarse del frio.
Varios historiadores han tratado de rescatar en la lucha armada de la revolución mexicana la participación de los niños a pesar de su corta edad, Tania Carreño King señala y afirma que los niños iban a la guerra sin que organismos internacionales pudieran evitarlo, primero porque los organismos en ese tiempo no existían y segundo porque la forma en la que eran tratados niños hace 100 años era muy distinta a la idea que tenemos hoy en día.
Esta misma historiadora se dio cuenta que detrás de fotografías de grandes luchadores y héroes de la revolución mexicana como Francisco Villa y Emiliano Zapata había cientos de niños armados listos para pelear, y esto da una idea clara del estilo de vida de aquella época y el concepto de infancia que se tenía en ese momento, ya que los niños eran tratados como adultos a partir de una cierta edad.
Lo que se sabe es que durante la revolución mexicana se sumaron a las filas grandes números de campesinos, por lo que este proceso tuvo que irrumpir en la vida cotidiana de los niños, ya que para miles de campesinos fue algo natural llevar a toda su familia consigo para reproducir en los campamentos revolucionarios la típica familia donde cada miembro de ella cumplía con una responsabilidad y un papel en especial.
Por lo que los niños también participaron en las batallas y fueron entrenados para pelear como adultos, a pesar de su corta edad y de la inocencia de su niñez.
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